Además del importante rol del tacto descrito anteriormente en el documento sobre percepción táctil, otro aspecto crítico de este sentido es su función protectora. El sentido del tacto nos avisa si algo es filoso, caliente, frío o si puede plantear algún otro tipo de peligro.
Cuando la función protectora del tacto es variable o hipersensible la persona reacciona a las sensaciones cotidianas de manera exagerada, resultándole molestas o abrumadoras. La doctora Jean Ayres fue la primera en llamar esta condición defensividad táctil.
¿Quieres saber más?
Publica un comentario