Los niños crecen y aprenden durante su participación en actividades de juego, de la rutina diaria, y en el colegio. Cuando hay dificultades en el desarrollo sensorial, de la motricidad gruesa o fina, o de las capacidades para comunicarse e interactuar, la participación en esas actividades se ve limitada.

Cuando las dificultades del desarrollo infantil limitan la participación en las actividades y ocupaciones propias de su edad, la profesión de terapia ocupacional puede ayudar a los niños y sus familias a encontrar la manera de favorecer el desarrollo y promover dicha participación.

El vehículo de trabajo es la participación activa en el juego, la exploración, las relaciones afectivas con la familia y la práctica de habilidades, para permitir al niño conocerse mejor e interactuar con su ambiente de manera más eficaz y satisfactoria.